
Inclusión laboral
Marta Mendia nos habla sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, y cómo esta se ve beneficiada con estrategias formativas que garantizan su participación efectiva en el mercado laboral. La filosofía de "A trabajar se aprende trabajando", promovida por la Dra. Cristina Jenaro, resalta que la experiencia práctica es la clave para el aprendizaje y la adaptación en el trabajo.
La formación actual y sus limitaciones
En Argentina, la formación para personas con discapacidad se centra en talleres específicos para oficios determinados, sin brindar herramientas que respondan a las necesidades del mercado actual. Además, se suelen descuidar las preferencias e intereses individuales, limitando así sus oportunidades de crecimiento personal y profesional. Talleres que no se adecuan a los requerimientos actuales y que no consideran las particularidades de cada persona.
Aprendizaje basado en la experiencia
La filosofía mencionada anteriormente pone el énfasis en el aprendizaje a través de la experiencia directa, la cual ha demostrado ser más eficaz para personas con discapacidad intelectual. La participación en entornos laborales reales les permite desarrollar habilidades técnicas, sociales y adaptativas. Esto facilita su integración de manera natural y eficaz. Un enfoque práctico les ayuda a adquirir competencias específicas, fortalecer su confianza y sentir una mayor pertenencia dentro de la sociedad.
Beneficios del enfoque práctico
Este método presenta varios beneficios. En primer lugar, el desarrollo de habilidades reales, ya que la capacitación en el mismo ámbito laboral permite adquirir competencias directamente relacionadas con el puesto de trabajo. Por otro lado, la confrontación con desafíos laborales aumenta su autoconfianza y refuerza su sensación de pertenencia. La interacción con colegas y superiores en un entorno real mejora sus habilidades sociales y en el trabajo en equipo, favoreciendo su adaptación.
Por último, la formación práctica incrementa sus oportunidades de inserción en el mercado laboral, permitiendo demostrar sus capacidades en la acción y no solo teóricamente. De esta manera, se les da una mano a estas personas para que puedan desenvolverse por sí mismas en un futuro en el ámbito laboral.
Estrategias para una formación efectiva
Para una formación realmente eficaz, se deben implementar estrategias que fomenten la adaptación y el aprendizaje. Algunas de ellas son:
- Programas de empleo con apoyo, donde profesionales orienten a los trabajadores durante su proceso de integración.
- Fomentar pasantías y prácticas en empresas, para que adquieran experiencia.
- Adaptar la capacitación a las necesidades y habilidades de cada aprendiz.
- Implementar un sistema de evaluación continua, para realizar ajustes y monitorear el progreso.
Una sociedad más equitativa
Garantizar la formación laboral de personas con discapacidad intelectual a través de la experiencia práctica fortalece sus habilidades y les permite una mayor autonomía. La inclusión laboral verdadera, y no solo simbólica, es un paso importante hacia una sociedad más justa, que no distinga capacidades a la hora de generar oportunidades.
Las instituciones, empresas y la sociedad en su conjunto deben asumir el compromiso de crear y fomentar estrategias de capacitación inclusivas, para que todas las personas tengan acceso a un futuro laboral digno, que se adapte a sus habilidades e intereses.