
San Vicente, el pueblo que alberga secretos históricos
Hasta hace poco, San Vicente era conocido como el último pueblo del conurbano bonaerense, estrechamente vinculado con la figura de Perón, quien descansó allí junto a su esposa en los años cuarenta y cincuenta. Sin embargo, el pueblo posee una atmósfera única, que evoca secretos históricos y una sensación de intangibilidad.
Un paraíso en la pampa
Al llegar a San Vicente, las palmeras en los bulevares evocan una sensación de paraíso, similar a la de La Habana. Estas palmeras, que parecen remontarnos a otra época, son testigos de la historia y se remontan a la era de Perón. Este pueblo típico pampeano, con su plaza central, parece ser el escenario de una historia que aún no termina de contarse.
El alma en pena de Perón
A diferencia de otros lugares asociados con Perón, como Lobos y Camarones, San Vicente fue el lugar donde el líder político tomó decisiones trascendentales y encontró el amor. Aquí, la presencia de Perón es palpable, casi como un fantasma que vaga por las calles. Mientras que en otros pueblos solo quedan rastros y placas, en San Vicente se siente su legado.
Una casa sin luz y Rodolfo Walsh
San Vicente también guarda secretos oscuros. Una casa sin electricidad fue el último refugio de Rodolfo Walsh antes de su asesinato en 1977. Walsh, un periodista y escritor argentino, vivió en la clandestinidad en este pueblo, donde escribió su famosa "Carta a la junta militar".
El contraste con Canning
El camino a San Vicente está rodeado de barrios privados y countries, que contrastan fuertemente con el pueblo. La ruta que lleva al centro de San Vicente es casi intransitable debido a la cantidad de vehículos que ingresan a estos complejos residenciales. Más de sesenta countries se agrupan en la zona de Canning, cambiando por completo el paisaje y haciendo aún más evidente la división social.