
Macri y su indecisión frente al gobierno de Milei
El expresidente Mauricio Macri se encuentra en una encrucijada política respecto a su posición frente al gobierno actual. Entre muestras de apoyo y críticas sutiles, Macri parece no decidirse por una oposición clara y definida, dejando a su partido, el PRO, en una posición incómoda.
Un dilema shakespeareano
Mauricio Macri parece vivir un drama similar al de Hamlet, el famoso personaje de Shakespeare. La cuestión no es ser o no ser, sino si se debe posicionar como un opositor firme al gobierno de Javier Milei o mantener una actitud ambigua y seductora que no es correspondida.
El dilema surge tras la pérdida del poder ejecutivo en las últimas elecciones nacionales, donde el PRO se vio superado por una alianza que ahora parece difícil de digerir. A esto se suma la rápida adhesión de la fórmula Bullrich-Petri al nuevo oficialismo, dejando a Macri en una posición incómoda.
Críticas sutiles y un amor no correspondido
Las críticas de Macri al gobierno han sido cada vez más explícitas, especialmente hacia algunos de sus miembros, como la hermana presidencial y Santiago Caputo. Sin embargo, su actitud hacia Javier Milei es más cautelosa, limitándose a expresar cierta preocupación por su inestabilidad.
El líder del PRO parece haber sido seducido por el fenómeno Milei desde un principio, buscando un acercamiento que no ha sido correspondido. Sus intentos por alcanzar un acuerdo electoral con el gobierno libertario han sido en vano, mientras que su partido es vacíado por los Milei.
Opositor o oficialista
La indefinición de Macri lo lleva a un territorio peligroso, donde su deseo de ser oficialista no es aceptado por el oficialismo. Su posición ambigua puede interpretarse como una falta de convicciones firmes, supeditadas únicamente a cálculos políticos.
Esta situación genera fricciones dentro del PRO, algunos de cuyos miembros podrían terminar rindiéndose ante los Milei o alejándose hacia posiciones más críticas. La base social macrista, por su parte, se encuentra en una encrucijada similar, sin saber si mantener la lealtad o sentir incómoda por el acercamiento al gobierno.
Oportunismo vs. Convicciones
El riesgo para Macri es que su indecisión se interprete como oportunismo político, dejando de lado sus convicciones. Si bien es razonable que un político considere sus ganancias electorales, la impresión de que éstas son su única motivación puede ser perjudicial.
La cuestión del ser o no ser opositor va más allá de la política y toca un punto profundo: hasta dónde están dispuestos los políticos a ceder sus principios por otros objetivos, incluso si estos son loables. La respuesta a este dilema la tendremos este año, especialmente en las elecciones porteñas.
Un caso peculiar
El caso de Macri es peculiar, ya que su gestión se caracterizó por un estilo diferente al del gobierno actual. A diferencia de Milei, Macri no recurrió al agravio y el insulto como herramienta política, y se abstuvo de presionar a los medios de comunicación.
Su indecisión actual, entonces, resulta paradójica, ya que parece querer emular a un gobierno que reproduce las peores prácticas del kirchnerismo, las cuales él mismo evitó en su mandato. Un verdadero misterio político.
Conclusión
Mauricio Macri se encuentra en una encrucijada que lo obliga a definir su posición política. Su indecisión puede ser contraproducente, ya que lo expone como un oportunista sin convicciones sólidas. Mientras tanto, su partido y su base electoral lo observan expectantes, sin saber si unirse o distanciarse de un gobierno que parece no quererlos.
La respuesta a este enigma será reveladora y podría marcar el destino político del expresidente y su espacio en los próximos meses.