
Autocracia en El Salvador
El presidente Nayib Bukele no se preocupa por las críticas en su contra, y con una gran popularidad gracias a su guerra contra las pandillas, ha consolidado su poder en el país centroamericano. El Congreso, que está bajo su control, aprobó una reforma constitucional que le permite la reelección presidencial indefinida.
Una reforma exprés
En una sesión nocturna de la Asamblea Legislativa, de 60 bancas, 57 diputados oficialistas aprobaron la reforma que también amplía el mandato de gobierno, sincroniza las elecciones y elimina la segunda vuelta electoral. Además, se acortó el actual mandato presidencial para celebrar elecciones en marzo de 2027, a las que Bukele se presentará gracias a la habilitación de la reelección indefinida.
Popularidad a cualquier costo
Bukele goza de alta popularidad debido a su política de mano dura en materia de seguridad, que ha reducido los índices de violencia en el país. No obstante, su política ha sido cuestionada por detenciones masivas sin orden judicial y por su política de excepción, que ha sido criticada por organismos de derechos humanos.
El presidente no se inmuta ante las acusaciones y asegura que su gestión ha abierto una nueva era en El Salvador. Mientras tanto, activistas y periodistas han tenido que partir al exilio y Bukele se jacta de ser un "dictador cool" en sus redes sociales, donde populariza su frase: "el dinero alcanza cuando nadie roba"
El culto a la personalidad
Óscar Picardo, politólogo, resume la situación como un "fenómeno de culto" que se vive en el país gracias a la maquinaria mediática del presidente en las redes sociales. Sus seguidores commonly dicen que "habrá Bukele para rato"